UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO FACULTAD DE MEDICINA
Alumno: RUBEN LINARES PANDO
La infección urinaria se define como la colonización microbiana de cualquier lugar anatómico del tracto urinario, desde el córtex renal al meato uretral, que sobrepasa la capacidad de los mecanismos de defensa y provoca una serie de alteraciones morfológicas o funcionales y una respuesta inmunológica que no siempre será evidenciable.
I. Sola Galarza, J.A. Carballido Rodríguez, C. Suárez Fonseca y G. Rodríguez Reina Servicio de Urología. Hospital Universitario Clínica Puerta de Hierro. Universidad Autónoma. Madrid. Medicine 2003; 8(114):6083-6091
Desde una perspectiva microbiológica existe una infección urinaria cuando se detectan microorganismos patógenos en la orina, uretra, vejiga, riñón o próstata. En gran parte de los casos la presencia de mas de 105 microorganismos/mL de una muestra adecuada de orina tomada de la mitad del chorro con total asepsia indica una infección.
Harrison Principios de Medicina Interna, 16º Edición, Ed. Mc Graw Hill Interamericana, Trastornos del Riñón y las Vías Urinarias, Infecciones Urinarias y Pielonefritis, Pag. 1890)
Su incidencia varía según la edad y el sexo. En la edad preescolar cuando se producen muchas de las lesiones renales atribuidas a la ITU (a menudo asintomática) y/o a reflujo vesicoureteral en ambos sexos, aunque es más frecuente en las niñas. La bacteriuria es común en las niñas de edad escolar, con frecuencia asintomática y recurrente, y define un mayor riesgo de sufrir ITU en épocas posteriores. En la adultez, la prevalencia en varones disminuye a menos del 0,1%, hasta la quinta década de la vida, en que aumenta hasta un 20%, (aparición de procesos prostáticos). En la mujer la incidencia de ITU es mayor en los períodos de actividad sexual y el embarazo. Las
complicaciones asociadas a la ITU durante el embarazo son: el parto pretérmino, el bajo peso al nacer y el retardo del crecimiento intrauterino. Aproximadamente el 50% de la población femenina adulta declara haber tenido algún episodio de ITU durante su vida.
La ITU es la infección nosocomial más frecuente (prev. 40%) y el origen más importante de sepsis por gramnegativos entre los pacientes hospitalizados. Del 1 al 4% de los pacientes con ITU desarrollan bacteriemia, con una tasa de mortalidad de un 13-30%.
La mayoría de las ITUs son bacterianas y están causadas por bacilos G(-), destacando las enterobacterias.
La etiología vírica o micótica es casi excepcional. La procedencia de dichos gérmenes es endógena, provienen del tracto digestivo y forman parte de la flora habitual del mismo.
Otras enterobacterias destacan por su frecuencia Klebsiella sp., Enterobacter sp. y Proteus mirabilis. Este último incrementa su incidencia en pacientes con sondaje vesical permanente, personas de edad avanzada y gestantes, ya que en condiciones normales el pH ácido vaginal impide su desarrollo.
Entre los cocos G(+), cabe destacar al Staphylococcus saprophyticus, que afecta principalmente a mujeres jóvenes, siendo el responsable del 10%-15% de las cistitis agudas bacterianas en mujeres de 15 a 35 años.
A nivel nosocomial, aunque E. coli sigue siendo el germen más aislado, su frecuencia de aparición disminuye en torno al 40%-50%, a expensas de un aumento considerable del resto de enterobacterias, especialmente del grupo KES (Klebsiella, Enterobacter y Serratia).
También, en estas circunstancias, es más frecuente encontrar como agentes causales a gérmenes oportunistas como Pseudomonas aeruginosa, Streptococcus faecalis como patógeno emergente en pacientes inmunocomprometidos y Candida albicans especialmente en pacientes sondados o con DM.
I. Sola Galarza, J.A. Carballido Rodríguez, C. Suárez Fonseca y G. Rodríguez Reina Servicio de Urología. Hospital Universitario Clínica Puerta de Hierro. Universidad Autónoma. Madrid. Medicine 2003; 8(114):6083-6091
VÍAS DE INFECCIÓN Las bacterias procedentes principalmente del intestino grueso alcanzan por vecindad el periné y el introito vaginal de la mujer y la uretra distal en el varón. Las características anatómicas de la uretra de la mujer, en cuanto a su cortedad y a su proximidad con el área vulvar y perineal, explican la mayor frecuencia de infección en éstas. Cuando los factores de virulencia bacteriana superan a los mecanismos defensivos del huésped, las bacterias se adhieren, multiplican y bien por simple ascenso (motilidad) o por factores favorecedores (coito, flujo turbulento) alcanzan la vejiga.
I. Sola Galarza, J.A. Carballido Rodríguez, C. Suárez Fonseca y G. Rodríguez Reina Servicio de Urología. Hospital Universitario Clínica Puerta de Hierro. Universidad Autónoma. Madrid. Medicine 2003; 8(114):6083-6091
Referida como consecuencia de la manipulación instrumental de la vía urinaria. Las derivaciones urinarias, principalmente el cateterismo uretral o sondaje vesical, los cateterismos ureterales y las nefrostomías percutáneas, así como todo tipo de cirugía endoscópica urológica, son las instrumentaciones que con mayor frecuencia permiten la entrada de gérmenes patógenos. El ambiente en el que se realice la manipulación urológica también va a influir en el riesgo de infección, ya que mientras en
un medio hospitalario el riesgo de bacteriuria es del 5%-6%, éste se reduce al 1% cuando se realiza de un modo ambulatorio. Por último, conviene recordar que en pacientes con sondaje vesical permanente el riesgo de bacteriuria es directamente proporcional al número de días de permanencia del catéter y así, si a los 10 días es del 60%, al mes es de casi el 100%. Con el empleo de sistemas abiertos que precisan de desconexión sondatubo colector para el vaciado de la bolsa de diuresis, el porcentaje de bacteriuria todavía es mayor, llegando al 100% a la semana.
Se implica en un número muy reducido de ocasiones. Es más frecuente en pacientes inmunodeprimidos y en adictos a drogas por vía parenteral (ADVP). Se
relaciona
con
Staphylococcus
aureus,
Candida
albicans,
Salmonella y Mycobacterium tuberculosis, y siempre es secundaria a un proceso infeccioso que desencadena una bacteriemia con la que los patógenos alcanzan la vía urinaria, sobre todo la corteza renal, situación que se ve favorecida en caso de uropatía obstructiva.
Considerada excepcional en cuanto a frecuencia, puede darse a partir de un foco de infección por contigüidad, por ejemplo, en el caso de un absceso retroperitoneal. En cualquier caso, la participación de esta vía no se ha demostrado ni clínica ni experimentalmente.
La integridad anatómica y funcional de la vía urinaria constituye el mejor mecanismo de defensa frente a la invasión de gérmenes.
En otras circunstancias, las alteraciones funcionales como el reflujo vesicoureteral o las disfunciones neurológicas vesicales, así como cualquier tipo de uropatía obstructiva como la hipertrofia prostática benigna o la patología litiásica, van a suponer situaciones que incrementen considerablemente la susceptibilidad frente a la infección.
Con la excepción de la mucosa uretral, el tracto urinario normal es resistente a la colonización por bacterias y elimina de forma eficaz y rápida los microorganismos patógenos y no patógenos que acceden a la vejiga.
Los mecanismos de defensa antibacterianos en el individuo sano son múltiples y variados, y están en continua interferencia con los factores de virulencia bacterianos.
alteraciones morfológicas y/o funcionales de la vía urinaria, edad, presencia de patología asociada, instrumentación genitourinaria
Al margen que circunstancias adversas puedan favorecer el establecimiento de la infección urinaria, la patogenia de ésta se fundamenta básicamente en:
la pérdida del equilibrio entre los mecanismos defensivos del huésped y los factores de virulencia bacteriana, a favor de estos últimos. Conviene recordar que la capacidad infectiva de un microorganismo depende, además de sus factores vinculados a su virulencia, que ahora veremos, del número y de la densidad del inóculo .
LOCALIZACIÓN (anatómicamente): Altas (pielonefritis aguda, prostatitis
y
abscesos
intrarrenales
y
perinéfricos). Bajas (cistitis y uretritis)
RECURRENCIAS Reinfección: 3 o más episodios en un año. Recaida: Recurrencias por el mismo germen que originó el episodio anterior,
dentro de las dos semanas siguientes al término del tratamiento.
SINTOMATOLOGIA
Sintomáticas: Asintomáticas: Presencia de un mismo germen en dos cultivos consecutivos, sin síntomas clínicos de ITU.
Complicadas: ITUs: del varón, niño, embarazada, ITUs altas, 1) Producidas por organismos inusuales o resistentes (Proteus, Pseudomonas, hongos), 2) Producidas en situación de anomalías genitourinarias (litiasis,
ALTERACION
derivaciones,
reflujo
vésicoureteral, vejiga neurógena y sonda vesical) y
ANATOMO FUNCIONAL
obstrucción,
3) En pacientes con enfermedades de base como DM, IRC e inmunodeficiencias. No
complicadas:
En
mujeres
sin
condiciones
predisponentes y sintomatología de afectación del tracto urinario inferior.
Evolución corta
SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA
Dominada por la presencia de síntomas irritativos miccionales, Fiebre, febrícula excepcionales y Afectación del estado general.
SINTOMATOLOGÍA MICCIONAL
EXPLORACIÓN FÍSICA
polaquiuria diurna y nocturna, dolor miccional, tenesmo, emisión de orinas turbias o malolientes y hematuria terminal (en ocaciones)
Hipersersensibilidad a la palpación profunda del hipogastrio (sólo en ecaciones).
síntomas y signos clínicos, sedimento urinario (piuria, bacteriuria y hematuria) y cultivo de orina (elemento diagnóstico por excelencia)
No está indicada en las formas de cistitis aguda no complicada de la mujer, empero es preceptivo: 1. En la forma de infección recidivante, 2. En la cistitis del varón, cuando existe refractariedad al
UROGRAFÍA INTRAVENOSA
tratamiento y 3. Cuando haya sospecha de participación del aparato urinario superior o de alguna forma de uropatía obstructiva (estenosis uretral, litiasis vesical, patología prostática, etc.) cuya traducción clínica inicial hubiera sido una infección urinaria de localización vesical. No suele provocar alteraciones en la analítica plasmática.
historia personal o familiar de ITU,
uso de espermicidas durante el o sexual, uso de DIU, uso de tampones y las instrumentaciones genitourinarias.
cistografía miccional
CUADRO CLÍNICO
EXPLORACIÓN FÍSICA
Evolución corta, (horas o un día) Fiebre elevada (39º- 40 ºC), Dolor intenso y constante en la zona lumbar (debido a la distensión de la cápsula renal secundaria al edema intersticial causado por la infección), escalofríos, Sudación, Cefalea sensación de malestar general
puñopercusión renal del lado afectado es positiva (exacerbando un dolor que ya de por sí es importante).
aumento de la velocidad de sedimentación globular (VSG), leucocitosis y
LABORATORIO
ligero empeoramiento de la función renal. El sedimento urinario muestra leucocituria con cilindros leucocitarios y hematuria. El urocultivo será positivo.
ECOGRAFÍA Y LA UROGRAFÍA
no muestran ningún hallazgo característico, pero su realización es obligada en caso se sospeche la presencia de un componente de uropatía obstructiva asociado.
DEFINICION
ETIOPATOGENIA
Es la inflamación de la mucosa uretral, que generalmente tiene una etiología infecciosa. Se debe generalmente a gérmenes de transmisión sexual que se dividen en 2 grupos clásicos: las gonocócicas (UG) (> frec. en homosexuales) y las no gonocócicas o uretritis inespecíficas (UNG) (> frec. en heterosexuales). Las UNG son más frecuentes y su patógeno más importante y potencialmente peligroso es Chlamydia trachomatis, que además es el agente causal en el 30%-50% de las ocasiones y que aparece también asociado a Neisseria gonorrhoeae en un 25% de las uretritis gonocócicas. Le sigue en frecuencia el Ureaplasma urealyticum, que aparece en el 25%-50% de los pacientes con UNG. Finalmente, en un 20%-30% de pacientes no puede hallarse el germen causante, y la infección se atribuye a otros patógenos, destacando entre ellos Trichomonas vaginalis, Mycoplasma hominus, virus del herpes simple, Gardnerella vaginalis, etc.
Disuria,
CLÍNICAMENTE
inflamación del meato y secreción uretral, (casi siempre de aparición brusca y matutina), que en las UNG puede ser de menor densidad o incluso faltar.
El Dx de UNG requiere:
DIAGNÓSTICO
o demostrar la existencia de uretritis y o excluir la infección gonocócica mediante tinción de Gram del exudado o escobillado uretral, que muestra la presencia de neutrófilos, pero no de los diplococos G(-) que se ven en la gonorrea.
PUEDE INTENTARSE EL ÚLTIMO DX ESPECÍFICO DE C. TRACHOMATIS Y U. UREALYTICUM
Si se dispone de medios, pero en la práctica la mayoría de los pacientes en los que los resultados
de la extensión y el cultivo son negativos para el gonococo
se
tratan
empíricamente
diagnóstico etiológico específico.
sin
un
Figura 1. Uretristis gonocócica. Obsérvese el color amarillo verdoso del axudado uretral.
Figura 2. Uretritis no gonocócica. Exudado amarillento translúcido con inflamación de genitales externos
Es la inflamación del epidídimo, generalmente de origen infeccioso, que se extiende frecuentemente hasta afectar al testículo y la denominamos entonces orquiepididimitis. Los gérmenes habitualmente alcanzan el epidídimo y el testículo tras colonizar la vejiga, próstata o uretra y avanzan en sentido opuesto al camino que realizan los espermatozoides, recorriendo ahora en este orden los conductos eyaculadores, espermáticos y deferenciales. Los gérmenes responsables más prevalentes se corresponden con poblaciones de edad específica. El primer grupo son los varones menores de 35 años, cuya patogenia va ligada a mecanismos de transmisión sexual y en los que Chlamydia trachomatis (70%) y Neisseria gonorrhoeae son
los mas frecuentes. El otro grupo es el que corresponde a varones mayores de 35 años y a niños, y en este caso los agentes causales coinciden con los descritos para las infecciones urinarias en general (enterobacterias, principalmente E. coli).
LA CLÍNICA ES LA BASE DEL DIAGNÓSTICO
Dolor testicular de horas o días de evolución, generalmente irradiado al conducto inguinal y puede venir acompañado de sintomatología sistémica (fiebre y escalofríos). Casi siempre la afectación es unilateral.
A la exploración el testículo se encuentra aumentado de tamaño, y el escroto presenta evidentes signos inflamatorios, mostrándose enrojecido, caliente y tumefacto.
El dolor disminuye al elevar el testículo (signo de Prehn), lo cual es un dato diferencial con las torsiones testiculares. Eco Doppler urgente, en caso de duda, y detectará un flujo disminuido en la torsión e incrementado en la orquiepididimitis. El hemograma muestra leucocitosis y el sedimento urinario generalmente muestra piuria, puesto que la causa primaria suele ser una infección urinaria.
El cultivo nos dará el diagnóstico etiológico, pero como en el resto de infecciones urinarias, no esperaremos su resultado para iniciar el tratamiento empírico y normalmente será suficiente con la clínica y exploración física para establecer el diagnóstico.
No se deben indicar esquemas con monodosis pues se asocian a bajas tasas de curación y a mayor número de recurrencias.
Las
fluoroquinolonas
no
deberán
usarse
como
fármacos de primera línea para evitar la aparición de resistencia bacteriana.
No
es aconsejable emplear
las aminopenicilinas
(amoxicilina y ampicilina) porque se asocian a una elevada tasa de resistencia de las cepas de E. Coli.
Pacientes con factores de riesgo asociados tales como diabetes, síntomas por más de 7 días; ITU reciente o > de 65 años podrán requerir tratamiento por 7 días con los mismos antimicrobianos.
Criterio
de
ingreso:
Presencia
de
vómitos;
necesidad
de
tratamiento
parenteral.
Se recomienda iniciar tratamiento antimicrobiano empírico previa toma de muestra para UC.
Tratamiento inicial de elección: 1)
Gentamicina 1 mg/kg/ 8 h / IV
(+/-)
Ampicilina 1- 2 gr. / 6 h, IV*
Ó
2)
Gentamicina 3-5mg/kg/día IV …………………………..……(dosis única diaria).
*No istrar conjuntamente en la misma jeringuilla. En
pacientes
hipersensibles
a
las
PNC
se
recomienda
emplear
el
aminoglucósido solo. El tto será por 14 días. Se realizará seguimiento con USR y UC hasta su negativización. En pacientes de la tercera edad, o en casos donde el uso del aminoglucósido no se considere adecuado se podrá iniciar tratamiento con un solo antimicrobiano: Cefotaxima 1gr. / 8 h / IV OTRAS ALTERNATIVAS: 1)
Ciprofloxacina 400 mg/12hrs/IV
2)
SMX + TMP 960 mg/12 hrs, IV.
ó
Ceftriaxona 1-2 gr. IV al día.
TRATAMIENTO INICIAL DE ELECCIÓN: Se sugiere iniciar tratamiento parenteral, empírico y modificarlo de acuerdo a los hallazgos microbiológicos y la situación clínica del paciente. Se realizará seguimiento con USR y UC hasta la negativización del mismo. -Gentamicina 3- 5 mg/kg/día (dosis única diaria) IV o Gentamicina 1 mg/ kg/ 8h IV + Ampicilina 1- 2 g, / 6 h, IV
En pacientes hipersensibles a las penicilinas se recomienda emplear el aminoglucósido solo. OTRAS ALTERNATIVAS: - Ampicilina (categoría A) 1-2 g/6 h IV - Cefotaxima (categoría B1) 1g/8 h IV - Ceftriaxona (categoría B1) 1-2 g/día IV
Los aminoglucósidos tienen categoría C (gentamicina) y D (kanamicina y estreptomicina) y pueden producir daño en el feto humano: sordera e hipoacusia, por lo que no deberán emplearse estas últimos dos aminoglucósidos en las embarazadas.
Para el tratamiento de mantenimiento se sugieren las siguientes pautas
Bacteriuria: Se recomienda que las embarazadas en su primera consulta prenatal sean estudiadas buscando la existencia de bacteriuria asintomática por el riesgo de desarrollar una pielonefritis (20 - 40%). Para este caso se recomiendan las mismas pautas terapéuticas que para la cistitis aguda (amoxicilina, cefalexina o nitrofurantoína). ITU recurrente: durante la gestación se podrán recomendar los mismos agentes antimicrobianos empleados en el tratamiento de la cistitis aguda.
Profilaxis: -Nitrofurantoína 50 mg o Cefalexina 250 mg por la noche, hasta el momento del parto.
El tratamiento puede variar a las 48 horas de iniciado el tratamiento según la respuesta clínica y el UC. Se sugiere realizar USR y además buscar información sobre ultrasonido prenatal, para descartar la existencia de malformaciones congénitas. CRITERIO DE INGRESO: El lactante pequeño con ITU tiene particular riesgo de desarrollar secuelas, incluyendo shock séptico y puede requerir antibiótico parenteral e ingreso hospitalario.
El tratamiento puede variar según la respuesta clínica y el cultivo de orina a las 48 horas de iniciado el mismo. Se pueden requerir cursos de tratamiento hasta de 3 sem. en pacientes muy enfermos y aquellos con anomalías congénitas. Niños de 6 a 12 meses si no hay anomalías del tracto urinario pueden comenzar con ATB orales: SMX/TMP (8 mgTMP- 40 mg SMX/kg día), ampicilina o amoxicilina (30 mg/kg/día 8 h),
amoxicilina/ ac. clavulanico (40 mg/kg/día).
Debe mantenerse el tratamiento 10 días, pues cursos cortos se asocian a altas tasa de recurrencia.
En el hospital el manejo varia y se prefiere un aminoglucósido
o
una
cefalosporina.
Como
alternativa en casos complicados una opción puede ser: Imipenem a 20 mg /kg/día cada 8 horas vía IV .
La infección urinaria baja es más frecuente en el hombre que es
objeto de instrumentación.
Los pacientes del sexo masculino con ITU deberán ser investigados para excluir la presencia de trastornos anatómicos y/o funcionales del tracto urinario subyacentes.
Se podrá recomendar cualquiera de los tratamientos descritos para la cistitis aguda en la mujer no embarazada, pero deberán prescribirse por 14 días.
ITU RECURRENTE ( 3 O MÁS EPISODIOS EN UN AÑO) TODOS LOS GRUPOS DE PACIENTES
Para la ITU recurrente se puede seleccionar uno de los antimicrobianos recomendados en el tratamiento de la cistitis aguda, pero el tto deberá extenderse por 10 a 14 días. Se requiere seguimiento por UC hasta su negativización. Profilaxis: Su recomendación después de un tto adecuado puede reducir o prevenir episodios subsecuentes. Criterios para su uso: 1.
mujer con ITU recurrente asociada a la actividad sexual (postcoital),
2.
después de una pielonefritis aguda en el embarazo,
3.
antes de una instrumentación del tracto urinario,
4.
cateterismo urinario de corta duración,
5.
después de una litotrícia extracorpórea,
6.
niños con malformaciones congénitas del tracto urinario o con infecciones recurrentes.
ITU RECURRENTE ( 3 O MÁS EPISODIOS EN UN AÑO) TODOS LOS GRUPOS DE PACIENTES
1.) Profilaxis continua 2.) Profilaxis postcoital 3.)Tratamiento intermitente PAUTAS GENERALES: 1) Nitrofurantoína 50 mg;
o
2) Sulfametoxazol+Trimetoprim 400/80mg,
tomados de forma continua en la noche, o en días alternos, o 3 v/sem, (X3-6 meses).
PAUTAS POSTCOITALES: 1) SMX+TMP (400/80mg), 2 tab; 2) Nitrofurantoína 50-100 mg; 3) Cefalexina 250 mg.
o o
La profilaxis para la recurrencia de la bacteriuria en niños se puede realizar con: 1) Nitrofurantoina 1-2 mg x kg VO antes de acostarse cada 1 o 2 días; o 2) Cefalexina 12,5 mg/kg, una dosis/dia, VO al acostarse. (X3 a 6 meses).
Como la prevalencia de bacteriuria asintomática varía de acuerdo a la edad y estado del paciente y no en todos los casos requerirá de un tratamiento antimicrobiano, se aconseja establecer una pauta terapéutica en los casos siguientes: embarazada, después de un transplante renal, antes y después de una intervención urológica, episodios frecuentes de ITU sintomática, anomalías congénitas del tracto urinario. Se recomiendan las mismas pautas terapéuticas que para la cistitis aguda, previa toma de muestra para UC(Rec. C 14). (excepto en el embarazo). En casos de bacteriuria asintomática en el lactante y niño pre-escolar (cuyos síntomas no son tan evidentes) debe tratarse siempre que reúna la condición del cultivo de orina con 100,000 col x ml con una misma bacteria en dos muestras obtenidas con un intervalo de tres a siete días. Además es conveniente la realización de un USR. Los niños escolares no requieren tratamiento si el tracto urinario es normal y se aconseja tratamiento si hay anomalías congénitas, cateterización o instrumentación.
Se aconseja iniciar tratamiento en el paciente que presente signos de infección sistémica (fiebre, escalofríos, etc). Se requerirá de la toma de muestra para UC.
La presencia de infección sistémica con frecuencia se asocia a bloqueo del catéter.
2 recomendaciones principales para este grupo de pacientes:
◦ debe ingerir abundantes líquidos y ◦ cambiar el catéter inmediatamente ante signos de poco funcionamiento.
Mientras el catéter permanezca colocado, son usualmente poco exitosos los cursos secuenciales o prolongados de antibióticos para el tratamiento de ITU asociada a cateterismo, y se asocian a la aparición de microorganismos resistentes. Por razones similares el uso de irrigaciones locales con antibióticos deberá evitarse.
Ingerir abundante líquido y favorecer el vaciamiento adecuado de la vejiga . Corregir las anomalías anatomo-funcionales asociadas. Mantener higiene perineal y un adecuado vaciamiento de la vejiga después del o sexual, puede ayudar a prevenir recurrencias . El uso de estrógenos intravaginales durante la postmenopáusia, puede reducir las infecciones recurrentes . Seleccionar un fármaco que alcance el riñón en concentraciones adecuadas y que se excrete por vía renal en forma activa . Ante criterios clínicos para el diagnóstico de ITU y de acuerdo a su tipo, se podrá prescribir el tratamiento inicial con antimicrobianos empíricamente. Si persisten los síntomas después del cumplimiento del tratamiento empírico se deberá realizar urocultivo (UC) y ultrasonido renal (USR).
Antes de comenzar tratamiento empírico se debe realizar urocultivo en: ITU adquiridas en el hospital, hombres con síntomas urinarios obstructivos bajos y/o cateterismo, embarazo, presencia o sospecha de anomalías del tracto genitourinario, uso de antibióticos recientes, cateterismo retral prolongado, presencia de síntomas por más de 7 días, diabetes mellitus, inmunodepresión y niños de ambos sexos .
Primero: tomamos una muestra de orina después de haber limpiado los genitales con solución yodada. Se comienza a orinar y se toma la muestra de orina atravesando el frasco en el chorro (técnica del chorro del medio)
Urocultivo. Luego se coloca la orina en medios especiales de cultivo y se espera por el crecimiento bacteriano. Se vén como pequeñas rayas donde están creciendo las colonias bacterianas
Antibiograma. Finalmente se toma una muestra del cultivo donde creció la bacteria y se prueban diversos aros de antibióticos para ver cual de ellos es efectivo en eliminar las bacterias que crecen a su alrededor
Y he aquí uno de los organismos causantes (foto de microscopía electrónica): Escherichia coli, la bacteria de origen intestinal que ocasiona más del 90% de las infecciones urinarias