Tiempos Kairos Y Cronos c4r40

Tiempos: Kronos y Kairos

Base Bíblica: Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Ef. 5:16 El hombre ha sido dejado sujeto al tiempo. Nace en el tiempo, vive en el tiempo y muere en el tiempo. El tiempo, simplemente transcurre sobre el hombre sin que el hombre pueda hacer absolutamente nada para modificarlo, cambiarlo, detenerlo o regresar en él hacia el pasado o proyectarse en el futuro. Como que lo único con que contamos es con el presente en que vivimos, y aún éste es fugaz. Por lo tanto podríamos muy bien decir que el tiempo es un

abstracto. Existen dos palabras para traducir “tiempo” en la Biblia. La primera es “kronos”; la otra es “kairos”. Uno es el tiempo humano, representado por el dios KRONOS, (palabra de la cual se derivan Cronómetro, Cronología, Cronograma), para los griegos el dios de la tiranía. Así que no es casual; hasta hoy este dios-tiempo sigue tiranizando a los hombres. Son incontables las personas que hablan diciendo: Es que no tengo tiempo! No me alcanza el tiempo! Estoy ya contra el tiempo! Me agarró el tiempo! Sin detenerse a pensar que en realidad nosotros mismos deberíamos enseñorearnos sobre él y no dejar que él se enseñoree de nosotros, si nos dejamos dominar por él, llegaremos a ser sus esclavos.

De allí que algunos grandes pensadores, dijeran: “El hombre nada hace, todo le sucede. El hombre es una víctima de los sucesos”. Al hombre los eventos de la vida le caen encima como cae la lluvia. Es aquí, entonces, donde el Evangelio de Jesucristo surge con su propuesta de liberación tremenda y extraordinaria. Considere por favor que sólo el poder de Dios puede liberarnos de este atroz tirano. Su propuesta para nosotros viene como una invitación para vivir en “Su” tiempo, esto es el KAIROS, es decir vivir reposando en el tiempo de Dios. Esto literalmente es vivir en otra esfera. Es vivir en el mundo de lo imposible, viendo las cosas posibles. Es el tiempo del poder de Dios, es el tiempo de la fuerza que viene de lo alto, es el tiempo de la esperanza. Es el mundo del conocimiento de Dios, el mundo de la libertad en Cristo, es el mundo de la vida abundante. Vivir en el KRONOS trae afán, carreras, desgracia, pena, dolor, amargura y al final condenación eterna. Así los griegos hablaban del tiempo KRONOS, el tiempo humano donde suceden y transcurren todas las alegrías, peripecias, placeres y dolores del hombre, así también hablaban del otro tiempo, al que denominaban KAIROS. De modo que hay dos conceptos del tiempo en el lenguaje con el cual se escribió el Nuevo Testamento. El concepto del tiempo humano, KRONOS, y el concepto del tiempo divino, KAIROS. Y el apóstol Pablo, lo que busca, es sacarnos de ese KRONOS y meternos en el KAIROS de Dios, para que reposemos de toda actividad febril, afanosa y estresante. Tal vez usted, hoy, está prisionero del tiempo humano pensando, diciendo y actuando en función de que “NO TIENE TIEMPO” para ir a la iglesia, para ir al discipulado, para servir a Dios en una labor, en un privilegio, en una actividad que esté relacionada con la obra de Dios. Pero abra sus ojos y dese cuenta que sí tiene tiempo y no pone ningún obstáculo para ir a trabajar, para visitar a sus familiares, para asistir a eventos sociales, al jaripeo, al desfile hípico, a los actos de presentación, elección e investidura de la señorita… fulana de tal! Hasta tiene tiempo para enfermarse y seguro que también tendrá tiempo para morir. Podría en algún momento parecerse a esas hormiguitas que frenéticas van de un lado hacia otro buscando su alimento, marchando con mucha prisa y nunca llegando a ningún lado!!! Pues déjeme decirle que todo su frenesí en esta vida, ningún bien eterno cosechará si no se logra meter en el KAIROS de Dios. El KRONOS nos esclaviza, el KAIROS de Dios tiene por fin liberarnos de ese cruel tirano. Usted tiene que hacer algo frente a esta palabra que desafía. Todo hombre, siempre vive en su KRONOS. Entonces es hora de preguntarse: ¿Cuál es su tiempo? ¿Es su tiempo de miserias, de dolor, de preocupación, de desgracias, de desventuras? ¿Es su tiempo de enfermedad, su tiempo amargo? ¿Es su tiempo de penas? ¿Ha comido pan de dolores durante este día? ¿Bebió

lágrimas amargas anoche? ¿Está desesperanzado y abatido? ¿Está afanado, estresado y enfermo por andar corriendo arriba y abajo? Deje sus caminos y súbase a los caminos del Eterno. Deje sus pensamientos y empiece a pensar cómo piensa Él. Dios le llama y le dice ¡Levántate de tus miserias! ¡Deja de ser un esclavo del tiempo, de tus penas, de tus carreras! ¡Deja tu KRONOS, tu tiempo humano y métete en mi KAIROS, en el tiempo divino, en MI tiempo! Conclusión: Ya no diga que “no tiene tiempo”. Cambie su manera de hablar, cambie su manera de pensar y cambiará su manera de vivir. Si la gente quiere cambiar de vida, tiene que tener un sueño de libertad en el alma; tiene que tener la fuerza de ser libres, desear la libertad. Abrace a Cristo como el Salvador y Libertador de su alma. Y solamente entonces, rechace y opóngase a toda esclavitud al tiempo y empiece a vivir en el tiempo de Dios, ya no sea más prisionero del tiempo humano. Cristo le da LIBERTAD!