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LA VILLA EMO

INTRODUCCIÓN La Villa Emo es considerada una obra arquitectónica que cumple con las características y principios tanto de los Diez Libros de Vitruvio como de las teorías arquitectónicas de Andrea Palladio. A continuación, se detallan las razones por las cuales esta villa veneciana incorpora los conceptos de simetría, proporción y armonía que se encuentran en ambos tratados: 1. SIMETRÍA: La Villa Emo se caracteriza por su diseño simétrico y balanceado. Presenta una planta centralizada con alas simétricas que se extienden a ambos lados, creando un efecto visual armonioso y equilibrado. La simetría es un principio fundamental tanto en los Diez Libros de Vitruvio como en las teorías de Palladio, ya que se considera una cualidad estética y un medio para lograr la armonía en la arquitectura. 2. PROPORCIÓN: La villa sigue las proporciones clásicas y armónicas que se encuentran en los principios vitruvianos. Las dimensiones y relaciones espaciales están cuidadosamente calculadas para lograr una sensación de equilibrio y belleza visual. Palladio, en particular, desarrolló un sistema de proporciones basado en la relación entre los órdenes arquitectónicos, y estos principios se aplican en el diseño de la Villa Emo. 3. PLANTA CENTRALIZADA: La planta centralizada de la Villa Emo es una característica que se encuentra tanto en los Diez Libros de Vitruvio como en las teorías de Palladio. Este tipo de planta se basa en una disposición simétrica alrededor de un punto central, lo que permite una distribución equilibrada de los espacios y una jerarquía clara. Además, la planta centralizada promueve una circulación eficiente y una sensación de armonía en la disposición espacial. 4. FACHADA ARMONIOSA: La fachada de la Villa Emo refleja la búsqueda de armonía y proporción en la arquitectura. Los elementos arquitectónicos, como las columnas, los frontones y las ventanas, están cuidadosamente distribuidos y proporcionados para lograr una apariencia estéticamente agradable y equilibrada. Esto se alinea con los conceptos vitruvianos de orden y proporción, así como con las teorías de Palladio sobre la composición y armonía en la fachada.

HISTORIA El edificio de Villa Emo es la culminación de un duradero esfuerzo de la patricia familia Emo de la República de Venecia de desarrollar sus fincas en Fanzolo. En 1509, que vio la derrota de Venecia en la guerra de la Liga de Cambrai, la finca en la que la villa se iba a construir fue adquirida por Leonardo di Giovanni Emo a la familia Barbarigo. El interés central de la familia Emo estuvo al principio en el cultivo de su nueva tierra. No fue hasta que pasaron dos generaciones que Leonardo di Alvise Emo encargó a Palladio construir una nueva villa en Fanzolo. Desafortunadamente no se tienen datos firmes del comienzo del nuevo edificio; los años 1555 o 1558 se han propuesto. El dato de la finalización está señalado en 1565; un documento que afirma el matrimonio de Leonardo di Alvisa con Cornelia Grimani de ese año ha llegado hasta nuestros días.

FRESCOS El exterior es simple, libre de toda decoración. Por contraste, el interior está ricamente decorado con frescos de Giovanni Battista Zelotti, quien también trabajó en Villa Foscari y otras villas palladianas. La principal serie de frescos en la villa está agrupada en una zona con escenas que representan a Venus, la diosa del amor. Parece que Zelotti comenzó su trabajo en los frescos en 1565. En la Gran Sala, los acontecimientos en los frescos se concentran en los ideales humanísticos, escenas ejemplares como la Virtud retratada en una escena de la vida de Escipión el Africano. La abstinencia de Escipión aparece frecuentemente en ciclos de frescos de villas venecianas. Por ejemplo, la Villa la Porto Colleoni en Thiene y la Villa Cordellina en Montecchio Maggiore, construida cerca de 200 años más tarde, también usa esta imagen, cultivando ideales que, en los siglos XV y XVI, resultaban de la renovada discusión de la depravación de la vida urbana, en contraste con la tranquilidad, la abundancia y la libertad del pensamiento artístico asociado con la existencia rural. De ahí, otra habitación en la villa se llama Sala de las Artes, presentando frescos con alegorías de artes individuales, como la astronomía, la poesía o la música.