INTRODUCCION
El tema desarrollado, nos ayuda a conocer de manera mucho más amplio los cinco sentidos del hombre. Conociéndoles como cinco importantes socios en la vida del hombre, oído, vista, gusto, tacto y olfato. Todos tienen una característica común: están constituidos por un órgano receptor, un órgano transmisor o conductor, un órgano perceptor o centro nervioso. Luego de conocer con amplitud, sobre nuestros sentidos, también pasamos a tratar sobre el cuidado e higiene de los sentidos. Esto es importante que conozcamos, ya que por descuido o quizás por realizar una inadecuada higiene podemos adquirir enfermedades. Las enfermedades que adolece cualquiera de nuestros sentidos, hace que el cuerpo comience a fallar en el desarrollo de las actividades diarias. Las enfermedades que padecen uno de los sentidos, en algunos casos complica a los demás sentidos. Existen diferentes enfermedades que muchas veces no se sienten sus síntomas, recién se hacen notorio en la fase final, cuando ya no hay manera de tratarlo, éste caso se ve más en el sentido de la vista. Conociendo las enfermedades es recomendable, recurrir a un control médico, al primer síntoma que se pueda tener. De ésta manera cuidaremos mejor nuestra salud.
ENFERMEDADES DEL OJO Las alteraciones oculares se pueden clasificar según la parte del órgano en la que se produzcan. La enfermedad más común de los párpados es el orzuelo o la infección de los folículos de las pestañas, que suele estar causada por estafilococos. Los orzuelos internos no se originan en sus bordes, sino en su interior, y son unas infecciones similares de las glándulas de Meibomio La Miopía, se produce cuando las imágenes se forman por delante de la retina. Se corrige con lentes bicóncavas. El daltonismo, consiste en la confusión de los colores rojo y verde. Es hereditario y no tiene cura. Ceguera, la presión en el nervio óptico puede ser causa de ceguera en la mitad derecha o izquierda, o en la mitad interior o exterior de los ojos. La separación de la retina desde el interior del globo ocular provoca ceguera, ya que la retina se desplaza al fondo del ojo, fuera del campo de la imagen formada por las lentes. La corrección permanente requiere cirugía. Conjuntivitis, inflamación de la conjuntiva. Esta es una membrana mucosa que recubre la superficie interna de los párpados y la superficie externa del globo ocular en su cara anterior (excepto en su polo anterior, donde se halla situada la córnea). La causa de la conjuntivitis puede ser una infección, una alergia o un traumatismo. Se caracteriza por enrojecimiento, inflamación, sensación de cuerpo extraño al parpadear y exceso de sensibilidad del ojo a la luz (fotofobia). En los casos graves se produce una exudación mucosa espesa. Si la causa es una infección, se llega a presentar secreción de pus. Tracoma, infección contagiosa de los ojos producida por el microorganismo Chlamydia trachomatis, emparentado con el microorganismo responsable de la psitacosis. La enfermedad se propaga por la picadura de una mosca que alberga al microorganismo. Se desarrollan pústulas duras y gránulos en la cara interna de los párpados y una inflamación de la conjuntiva. Después se lesiona también la córnea. En el norte de África el tracoma es una de las principales causas de ceguera. Afecta a las poblaciones que viven en condiciones sanitarias precarias. Glaucoma, enfermedades del ojo caracterizadas por un exceso de presión intraocular que produce pérdida progresiva del campo visual y de la vista. Los glaucomas más frecuentes, llamados primarios o idiopáticos, pueden ser de dos tipos: de ángulo abierto (crónico simple) y de ángulo estrecho (agudo). Los glaucomas secundarios están causados por infecciones, tumores o traumatismos. Un tercer grupo, los glaucomas congénitos, se deben a malformaciones congénitas. La enfermedad se desarrolla en las personas de mediana edad o en los ancianos, aunque no son infrecuentes los glaucomas congénitos, infantiles o juveniles. Catarata, opacidad del cristalino ocular o de su cápsula. Al estar situada detrás de la pupila se distingue fácilmente de la opacidad de la córnea. La catarata puede afectar sólo al cristalino (catarata lenticular), a su cápsula anterior o posterior (catarata capsular), o a ambos componentes (catarata capsulo lenticular). La catarata es indolora y no se
acompaña de inflamación. Produce ceguera porque impide el paso de la luz, pero el paciente es capaz de distinguir la luz de la oscuridad. ENFERMEDADES DE LAS FOSAS NASALES Sinusitis, inflamación de las membranas mucosas de las cavidades o senos situados alrededor de la nariz (senos paranasales). Tenemos ocho senos paranasales. Suelen estar llenos de aire, y se comunican con la cavidad nasal; en condiciones normales producen más de 500 ml de fluido al día por las membranas mucosas que los tapizan. Los senos paranasales se denominan senos frontales, senos etmoidales, senos maxilares, y senos esfenoidales. La infección también puede aparecer si entra agua contaminada en los senos, como por ejemplo, cuando se bucea en estanques o ríos. Las infecciones de los senos pueden deberse a bacterias o virus y pueden resultar infectados uno o más senos. Resfriado, es una enfermedad infecciosa aguda del tracto respiratorio, causado por cierto tipo de virus. Provoca congestión, y evita el normal funcionamiento del olfato, excesiva secreción nasal, dolor de garganta y tos. Rinitis, trastorno inflamatorio de la membrana mucosa de la nariz; catarro nasal. Se caracteriza por secreción nasal acuosa asociada con congestión y dificultad para respirar por la nariz. Muchos casos se deben al resfriado común. Otros pueden relacionarse con alergias nasales, irritación por la respiración de irritantes y contaminantes, empleo de ciertos medicamentos, u otras enfermedades. Fiebre del heno, forma de rinitis estacional causada por alergia al polen. Sus síntomas son ataques intensos de estornudo, inflamación de la mucosa nasal y los ojos, y respiración dificultosa. La fiebre del heno aparece cada año en la misma estación. Es una reacción a la inhalación de los pólenes transportados en el aire y a los cuales el individuo es sensible. Las personas cuyos antecedentes familiares tienen historial de fiebre del heno pueden heredar la tendencia a reaccionar, no a alergenos concretos, sino a todos aquellos a los que queden expuestas. ENFERMEDADES DE L OIDO Las enfermedades del oído externo, medio o interno pueden producir una sordera total o parcial; además, la mayor parte de las enfermedades del oído interno están asociadas a problemas con el equilibrio. Entre las enfermedades del oído externo se encuentran las malformaciones congénitas o adquiridas; la inflamación producida por quemaduras, por congelación o por alteraciones cutáneas, y la presencia de cuerpos extraños en el canal auditivo externo. Entre las enfermedades del oído medio se encuentran la perforación del tímpano y las infecciones. En el oído interno pueden producirse alteraciones tales como las producidas por trastornos congénitos y funcionales, por drogas y por otras sustancias tóxicas, problemas circulatorios, heridas y trastornos emocionales. Entre las malformaciones congénitas del oído externo destaca la ausencia del pabellón auditivo, e incluso la ausencia de abertura del canal auditivo externo. Entre las malformaciones adquiridas del oído externo se encuentran los cortes y las heridas. El otematoma, conocido como oído en forma de coliflor y típico de los
boxeadores, es el resultado frecuente de los daños que sufre el cartílago del oído cuando va acompañado de hemorragia interna y una producción excesiva de tejido cicatrizante. La inflamación del oído externo puede aparecer como consecuencia de cualquier enfermedad que produzca a su vez inflamación de la piel; es el caso de las dermatitis producidas por quemaduras, lesiones y congelaciones. La presencia de cuerpos extraños en el canal auditivo externo (insectos, algodón y cerumen —la cera que segrega el oído) produce alteraciones auditivas y deben ser extraídos con cuidado. La perforación del tímpano puede ocurrir por una lesión producida por cualquier objeto afilado, por sonarse la nariz con fuerza, al recibir un golpe en el oído, o a causa de cambios súbitos en la presión atmosférica. La infección del oído medio, aguda o crónica, se denomina otitis media. En la otitis media supurativa aguda se incluyen todas las infecciones agudas del oído medio producidas por bacterias piógenas. Por lo general, estas bacterias llegan al oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Cuando el mastoides resulta afectado, la otitis media se puede complicar y, con frecuencia, se produce sordera debido a la formación de adherencias y granulaciones de tejidos que impiden el movimiento del tímpano y de los huesecillos. Uno de cada mil individuos adultos padece una pérdida de su capacidad auditiva debido a una otosclerosis, que consiste en la formación de hueso esponjoso entre el estribo y la ventana oval. Como consecuencia de esta formación de tejido, el estribo queda inmovilizado y ya no puede transmitir información hacia el oído interno. Cuando esta alteración progresa, es necesario eliminar los depósitos óseos mediante cirugía, y reconstruir la conexión entre el estribo y la ventana oval. En ocasiones, el estribo se reemplaza por una prótesis similar a un émbolo. ENFERMEDADES DE LA LENGUA O BOCA Irritación de la mucosa lingual, ocurre por exceso del humo del tabaco, provocando que disminuya la percepción de os sabores. La pérdida del sentido del gusto, es un desorden quimiosensorial. La capacidad disminuida para saborear sustancias dulces, agrias, amargas o saladas se denomina hipogeusia. En otros desordenes del gusto pueden ser mal interpretados o distorsionados, provocando que una persona detecte un gusto desagradable procedente de algo que normalmente es agradable. Gingivitis, inflamación no dolorosa o degeneración del tejido de la encía. En la gingivitis, el tejido que hay entre los dientes se vuelve tumefacto y desigual; el tejido en la línea de la encía (el punto en que el diente se encuentra con la encía) se vuelve más oscuro, y la encía sangra con facilidad. En casos avanzados, la boca desprende un olor muy desagradable. Escorbuto, enfermedad causada por un déficit prolongado de vitamina C (ácido ascórbico) en la ingesta. Aparece en los adultos tras una carencia alimenticia mayor de 6
meses. Se caracteriza por astenia progresiva, inflamación de encías, caída de dientes, inflamación y dolor de articulaciones, fragilidad capilar y equimosis. Con frecuencia también aparece la anemia como consecuencia de estas pequeñas hemorragias. La falta de vitamina C bloquea la producción de sustancia intercelular para los tejidos conectivos (tejidos de soporte de las paredes de los vasos, del hueso, de la dentina, del cartílago, etc.). ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO La neurología se encarga del estudio y el tratamiento de las alteraciones del sistema nervioso y la psiquiatría de las perturbaciones de la conducta de naturaleza funcional. La división entre estas dos especialidades médicas no está definida con claridad debido a que las alteraciones neurológicas muestran con frecuencia síntomas orgánicos y mentales. Las alteraciones del sistema nervioso comprenden malformaciones genéticas, intoxicaciones, defectos metabólicos, alteraciones vasculares, inflamaciones, degeneración y tumores, y están relacionadas con las células nerviosas o sus elementos de sostén. Entre las causas más comunes de la parálisis y de otras complicaciones neurológicas se encuentran las alteraciones vasculares, tales como la hemorragia cerebral y otras formas de apoplejía. Algunas enfermedades manifiestan una distribución por edad y geográfica peculiar; por ejemplo, la esclerosis múltiple degenerativa del sistema nervioso es común en las zonas templadas, pero rara en los trópicos. El sistema nervioso es susceptible a las infecciones provocadas por una gran variedad de bacterias, parásitos y virus. Por ejemplo, la meningitis o la inflamación de las meninges (las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal) puede originarse por numerosos agentes; sin embargo, la infección por un virus específico causa la rabia. Algunos virus que provocan dolencias neurológicas afectan sólo a ciertas partes del sistema nervioso; es el caso del virus que origina la poliomielitis que suele atacar a la médula espinal; el que causa la encefalitis afecta al cerebro. Las inflamaciones del sistema nervioso se denominan en función de la parte a la que afectan. Así, la mielitis es la inflamación de la médula espinal y la neuritis la de un nervio. Estas alteraciones pueden producirse no sólo por infecciones, sino también por intoxicación, alcoholismo o lesiones. Los tumores que se originan en el sistema nervioso suelen componerse de tejido meníngeo o de células de la neuroglia (tejido de sostén), dependiendo de la parte específica que esté afectada. Sin embargo, otros tipos de tumores pueden sufrir metástasis (propagarse) o invadir el sistema nervioso. Véase Cáncer (medicina). En ciertas alteraciones, como la neuralgia, la migraña y la epilepsia puede no existir ninguna evidencia de daño orgánico. Otra alteración, la parálisis cerebral, está asociada con una lesión cerebral producida antes, durante o después del nacimiento. Apoplejía, lesión isquémica cerebral debida a una obstrucción al paso de la sangre, o a una hemorragia de los vasos sanguíneos del cerebro. La privación del aporte de sangre conduce a un rápido deterioro o muerte de zonas del cerebro, lo que da lugar a la parálisis de los u órganos controlados por el área cerebral afectada. La mayor parte de las apoplejías están asociadas a hipertensión arterial, aterosclerosis, o ambas. Algunos de los signos de apoplejía son debilidad facial, incapacidad para hablar, pérdida del control vesical, dificultad para respirar y deglutir y parálisis o debilidad especialmente de un lado del cuerpo.
Esclerosis múltiple, enfermedad del sistema nervioso central en que la mielina (sustancia lipoide blanquecina que envuelve las fibras nerviosas) se destruye de forma gradual, con el desarrollo de múltiples lesiones en el cerebro y la médula espinal. Afecta en especial a individuos entre 20 y 40 años y es de origen desconocido. Los síntomas varían según la localización de las lesiones en el sistema nervioso. Los síntomas más frecuentes son visión borrosa, pérdida de visión o visión doble, temblor en las manos, debilidad de las extremidades, alteraciones de la sensibilidad como entumecimiento, hormigueos, o dolor, articulación defectuosa del habla y pérdida del control sobre los esfínteres vesical y anal. Meningitis, inflamación de las meninges o membranas que envuelven el encéfalo y la médula espinal. La meningitis se clasifica como paquimeningitis cuando afecta a la duramadre (la membrana más externa), y como leptomeningitis cuando las membranas implicadas son la piamadre y la aracnoides (las más internas). Rabia, infección contagiosa, aguda, del sistema nervioso central, producida por un virus específico que penetra en el organismo a través de la mordedura de un animal. Todos los animales de sangre caliente son susceptibles de padecerla. En los seres humanos el periodo de incubación varía desde tres semanas a 120 días con una media de entre cuatro y seis semanas. La rabia es casi siempre mortal cuando no se istra la vacuna.
BIBLIOGRAFÍA
Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Enciclopedia escolar “Lexus” “el cuerpo humano” Anatomía y funciones.
Ciencias Naturales y Ecología de 4do. Grado de Educación Secundaria Carlos Emilio Vásquez Urday